La madrugada del 13 noviembre de 1974, la familia DeFeo dormía plácidamente en su casa situada en el 112 de Ocean Avenue de Amityville, condado de Suffolk en Long Island, Nueva York. En torno a las 3 horas, armado con un rifle Marlin 336C del calibre 35. Descerrajó dos tiros a su padre. Las detonaciones despertaron a su madre Louise, a la que también mató de sendos disparos.

A continuación se dirigió a la habitación de sus hermanos de 12 y 9 años, Marc y John Matthew a los que descerrajó dos tiros, uno a cada uno… Por último, entró en la habitación de sus hermanas. Disparó a Dawn, de 18 años, y luego Allison, de 13 a la que, como le había sucedido a su madre antes, había despertado el ruido. Según los forenses, cuando la niña recibió el tiro que le causó la muerte estaba despierta. El balance fue de seis cadáveres. Una masacre, todos boca abajo

Por la mañana del 13 de noviembre, Ronald DeFeo Jr. se duchó para quitarse la sangre, metió las prendas manchadas en una bolsa, se vistió con ropa limpia y salió de la casa familiar. Como cualquier otro día, se dirigió a su puesto de trabajo en el concesionario familiar donde también trabajaba su padre. De camino, aprovechó para deshacerse del rifle y la ropa sucia.
Durante toda la jornada, Ronald Jr. empezó a teatralizar una coartada. Telefoneó varias veces a su casa aparentemente extrañado por la ausencia de su padre, pero ninguna de las llamadas fue atendida. El muchacho, visiblemente preocupado, compartió su inquietud con los compañeros del trabajo y con algunos amigos con los que quedó al finalizar la jornada laboral, que también vieron cómo llamaba a casa sin éxito. Posteriormente, los trabajadores del concesionario afirmaron sentirse extrañados ante la preocupación de Butch, dado que la relación entre padre e hijo era nefasta.
Ronald se despidió de sus amigos y se dirigió a su casa. Al poco salió corriendo en busca de ayuda al cercano bar de Harry, donde continuó cimentando su coartada mostrándose horrorizado ante la masacre que él mismo había perpetrado.
Según el atestado policial, a eso de las 6:30 horas de la tarde, Butch entró en el Harry’s Bar de Amityville gritando “¡Ayúdenme! Creo que han disparado a mis padres”. Algunos clientes que se encontraban en el local acompañaron a Butch a su casa, aunque estoy seguro de que lo que vieron hizo que se arrepintiesen en el acto de haber sido tan dispuestos. Los cuerpos sin vida de los seis miembros de la familia DeFeo, formada por el matrimonio, dos niños y dos niñas, yacían sin vida en sus correspondientes camas. Todos fallecidos por impactos de bala.

La policía no tardó en llegar al lugar para iniciar las investigaciones destinadas a resolver un crimen que, aparentemente, carecía de móvil y sobre el que no había pistas concluyentes. Durante las primeras pesquisas, realizadas todavía en la casa familiar, Ronald Jr. dijo tener sospechas de quién podría haber cometido los asesinatos. Según el joven, su padre había tenido en el pasado una disputa por cuestiones empresariales con una persona vinculada a la mafia que podría haber decidido vengarse cometiendo la masacre.
La policía no dudó de la declaración de Ronald Jr. hasta tal punto que, temiendo que el asesino regresase a por él para acabar el trabajo, decidió trasladarlo a sus dependencias para protegerlo. Sin embargo, al verse en comisaría y ser preguntado por otros detalles referentes a ese presunto ajuste de cuentas, DeFeo se vino abajo y confesó.

Según el abogado de Butch, William Webber, el asesinato de la familia DeFeo había sido cometido por Ronald Jr. después de que se lo ordenasen unas voces que escuchaba en su cabeza y que serían consecuencia de consumo de drogas, especialmente LSD y heroína. EL letrado trataba de argumentar un diagnostico de locura para evitar la pena capital. Sin embargo Butch fue condenado a muerte en relación con el informe del psiquiatra de la fiscalía, Harold Zolan, quien; dando la razón al psiquiatra de la defensa en tanto en cuanto el acusado era consumidor habitual de drogas, en el momento de los asesinatos era plenamente consciente de sus actos, diagnosticando el Dr. Zolan un trastorno antisocial de la personalidad.

Fue condenado a seis penas consecutivas de 25 años de cárcel cada una. En definitiva, una cadena perpetua que cumple actualmente en la penitenciaría de Green Haven Correctional Facility en Beekma, Nueva York. Ninguna de sus apelaciones para solicitar la libertad condicional ha sido atendida en estas cuatro décadas.

Hasta aquí el relato de un crimen terrible que en sí mismo alcanza las cotas más altas en cuanto a crónica negra se refiere.
Pero si algo ha hecho mundialmente famosa a esta mansión, hasta tal punto de convertirse en un icono contemporáneo y arquetipo de casa encantada por excelencia, son los supuestos fenómenos paranormales que sucedieron después de la matanza.
La vivienda de la que hablamos es una mansión de estilo holandés, de varias plantas, jardín y un embarcadero en la parte de atrás. Una joya inmobiliaria cuyo valor se había depreciado considerablemente a consecuencia de los dramáticos acontecimientos sucedidos en su interior.

Por esa razón, cuando el matrimonio Lutz se interesó por la propiedad, pudo adquirirla a un precio ridículo. Sin embargo, George Lutz, su esposa Kathy y sus tres hijos apenas pudieron residir en la casa 28 días, transcurridos los cuales, abandonaron la casona aterrorizados dejando todos sus enseres personales en la misma.

Los Lutz no tardaron en dar a conocer las causas de tan repentina huida. Invasiones de insectos, movimiento de objetos, levitaciones o voces que amenazaban al matrimonio, a sus hijos e incluso a un sacerdote que habría acudido a la casa a bendecirla. Se trataba del padre Pecoraro, el cual, según el matrimonio, afirmó escuchar una voz hostil que le decía «Fuera de aquí». El sacerdote no volvió a pisar la casa.
La hija pequeña, llamada Missy decía que tenía un amigo imaginario con aspecto de cerdo llamado Jodie. Una tarde Kathy acudió a la habitación de la pequeña Missy. La escuchaba hablar sola y canturrear, como si jugase con alguien. Al entrar vio que la pequeña mecedora de la niña se movía sola. Manteniendo el tipo para no alertar a la pequeña, Kathy le preguntó que con quien hablaba. Missy respondió que con su amigo Jodie.

Este testimonio aterrador de la pequeña Missy se vio refrendado por una experiencia que les tocó vivir, en este caso a Jimmy, hermano mayor de Kathy y su mujer Carey. Se acababan de casar y, al volver de la luna de miel, pasaron una noche en casa de los Lutz. Se instalaron en la habitación de Missy, la cual durmió aquella noche en otra habitación. Bien entrada la madrugada, cuando todos dormían, un grito desgarrador alerto a George y Kathy. Entraron en la habitación y se encontraron al matrimonio abrazado. Jimmy trataba de tranquilizar a Carey. Aterrada les dijo que le había despertado el sonido del balanceo de la mecedora. Abrió los ojos y vio a un niño sentado balanceándose. Se levantó y la agarró de los pies pidiéndole ayuda porque decía que estaba muy enfermo y que se iba a morir. Jimmy, con buen criterio, trataba de calmar a su esposa diciéndole que seguramente habría sido un sueño. Lo sorprendente es que George afirmó que tocó el asiento de la mecedora y estaba caliente.
Una noche George se despertó a las 3 de la madrugada, cosa que le estuvo ocurriendo recurrentemente durante aquellos 28 días. Escuchó unos sonidos que parecían ser gemidos sexuales que provenían del exterior de la casa. Se asomó a la ventana y vio que las puertas del embarcadero se encontraban abiertas, a pesar de que estaba convencido de haberlas dejado cerradas. Bajó las escaleras y se dirigió al embarcadero. Cerró las puertas y cuando se giró vio a su hija Missy que le miraba por la ventana. En ese momento vio una figura gigantesca con forma de cerdo aparecer detrás de la pequeña. Horrorizado subió las escaleras temiendo por su hija. Cuando entró en la habitación de la niña, esta se hallaba durmiendo plácidamente. Según los Lutz, Jodie se estuvo apareciendo repetidas veces

Pero los extraños sucesos seguían ocurriendo; Una noche el matrimonio se encontraba en la sala de estar sentados frente a la chimenea. Kathy y George hablaban de todo lo que les estaba ocurriendo desde que entraron en la casa. En un momento dado Kathy se echó a llorar superada por los acontecimientos y se abrazó a su marido. No llegó a hacerlo porque un grito de terror salió de su garganta. George se giró y vio unos ojos rojos enormes que les observaba desde la ventana. Armándose nuevamente de valor salió afuera y comprobó que en la nieve se habían quedado grabadas unas huellas de lo que, sin lugar a dudas, era un cerdo de al menos cien kilos.
George Lutz aseguraba también que tres de las noches en las que se despertaba a las 3 am vio a su mujer Kathy levitando sobre la cama y con aspecto de anciana, pero no solo el hombre era testigo de tan extraño cambio. Cuando Kathy se despertó y se miró al espejo vio que, efectivamente, su rostro estaba plagado de arrugas y su cabello blanco. Tal metamorfosis iba desapareciendo durante la noche para recobrar su aspecto natural por la mañana.
Pero además de sus levitaciones, las noches de Kathy tenían una actividad onírica muy descriptiva… Soñaba que toda su familia era asesinada con un rifle por la noche, o que una mujer practicaba sexo con un amante, en la misma cama en la que Kathy estaba durmiendo. Más tarde, Kathy descubrió que la mujer con la que soñaba era la difunta Louise DeFeo y que, efectivamente, había tenido un amante secreto. Sus sueños se repitieron una y otra vez hasta que abandonaron la casa.
Pero si tremendo fue el crimen que Ronald DeFeo cometió con su familia y espeluznante los sucesos paranormales que le ocurrieron a los Luzt en esa casa, lo que sucedió después de la huida de la familia de Amityville no deja indiferente a nadie.
Los supuestos fenómenos paranormales que la familia había vivido en esa casa saltaron pronto a la luz pública, hecho que fue posible gracias a una extraña asociación que se dio entre los Lutz y el abogado de Ronald DeFeo, William Webber…
Webber se encontraba buscando una defensa capaz de hacer que su cliente no fuese condenado a la pena de muerte por los asesinatos cometidos. Para ello, y debido a la forma en la que se cometieron los asesinatos y el alcance mediático que tuvo, al abogado se le ocurrió la idea de escribir un libro sobre su cliente en el que intentaría dar explicación a lo que le pudo pasar a DeFeo para cometer tal barbaridad. Él tenía en la cabeza que para cometer unos crímenes de estas características Ronald tendría que tener algún tipo de trastorno mental y así lo pensaba desarrollar en el libro, ya que el propio cliente había declarado en alguna ocasión que cometió los asesinatos porque así se lo indicaron unas voces que había escuchado en su cabeza. Si conseguía demostrarlo, DeFeo recibiría una condena que le salvaría al menos la vida.
Y aquí comienza esa extraña asociación a la que nos hemos referido antes… Cuando la familia Luzt abandona Amityville se ponen en contacto con Webber no se sabe muy bien para qué… o ¿fue el abogado el que se puso en contacto con la familia?. Este hecho es algo que no está aclarado, ya que ambas partes han declarado que ellos no fueron y que fue el otro… Bueno, a lo que vamos. Tras escuchar el abogado las declaraciones de los Lutz sobre lo ocurrido durante esos 28 días en la casa se le ocurrió la idea de que esos sucesos, aunque no le daba veracidad ninguna, podría beneficiarle en la defensa de DeFeo, ya que le serviría para alegar que la casa estaba encantada y que su cliente había sido poseído por lo que allí habitaba. Además, esto también le serviría para el libro que quería publicar y que contaría con el escritor Paul Hoffman para ello. Sin duda vio todo un negocio en este caso

Lo primero que Webber recomendó al matrimonio Lutz fue que dieran una conferencia pública sobre lo que habían vivido en esa casa. Evidentemente al abogado, para la defensa de su cliente, le venía bien el hecho de que la población conociera los supuestos fenómenos que allí ocurrían. Los Luzt realizaron esa rueda de prensa en la que relataron sus vivencias y claro, todo esto llamó la atención tanto a los medios de comunicación como al público que no dudó en personarse por los alrededores de la casa para ver si podían ser testigos directos de todo lo que el matrimonio había relatado. Amityville se convertiría así en una especie de parque de atracciones del misterio…

Todo esto beneficiaba a la extraña asociación que se creó entre Webber y los Luzt, tanto que el libro fue tomando forma hasta llegar al punto en el que el abogado les presentó un contrato en el que el matrimonio recibiría el 24% de los beneficios de la venta. Sin embargo, a la familia les parecía muy poco el beneficio, y aunque los Lutz salieron a la luz pública para contar los que les había ocurrido, ellos no estaban muy por la labor de hacerlo, ya que, según unas declaraciones que realizaron años después de todo esto, se enteraron de que Webber y DeFeo tenían una relación más allá de la de abogado y cliente ya que tenían una tenían una especie de asociación y ellos no querían participar en nada tuviera que ver con una persona de ese calibre. Sin embargo, y siempre según esta familia, tuvieron que hacerlo, ya que Webber los amenazó con perseguir a sus hijos e incomodarlos hasta que no salieran a declarar.
Desde ese momento la casa se convirtió en una especie de parque de atracciones del misterio. Numerosas personas iban todos los días para ver si podían ver con sus propios ojos algunos de esos fenómenos paranormales que los Luzt habían relatado a la prensa
Pero el matrimonio Lutz, seguramente por todo lo que habían vivido en la casa, quisieron saber el porqué les había ocurrido todo aquello. Por ello, George Lutz intentó contactar con varios investigadores parapsicológicos para que estudiaran lo que allí ocurría. Entre ellos se encontraba Stephen Kaplan, fundador del Instituto de Parapsicología de E.E.U.U. en Long Island. Llegaron al acuerdo de que Kaplan iba a ir a investigar el lugar, sin cobrarles nada, a condición de que como descubriera que todo lo que les había contado fuese mentira, no dudaría en ir a los medios de comunicación para informarles de que todo se trataba de un fraude.

Mientras llegaba el día de la investigación, George se puso a relatar todos los fenómenos paranormales que le había ocurrido en la casa y fue en ese momento cuando Kaplan empezó a sospechar de que había algo raro, ya que el padre de familia no sólo contaba lo que les había sucedido sino que también empezó a hablarles de invocaciones y demonios de una forma muy familiar, era como si tuviera bastante conocimiento del tema en vez de ser una persona normal que había vivido una experiencia aterradora e inusual.
Días más tarde George suspendió la investigación, ya que, según declaraciones posteriores, Kaplan no tenía credenciales de parapsicólogo y que él mismo se presentaba como vampirólogo. Cuando los Luzt se pusieron en contacto con el parapsicólogo para cancelar la investigación, alegaron que él había avisado a la prensa y ellos no querían salir en los medios de comunicación. Kaplan les refirió a su anterior conferencia informando a los medios de todo lo que habían vivido en Amityville a lo que el matrimonio le contestó que ellos no tenían nada que ver con ese asunto, ya que fue Webber el que lo organizó todo
Evidentemente, este cambio repentino de idea de los Luzt hizo sospechar al parapsicólogo… Su actitud no era la normal de una persona que lo había pasado mal por los supuestos fenómenos paranormales que hubiesen ocurrido en su vivienda por lo que Kaplan no dudó al día siguiente en informar a los medios de que todo lo que ocurría en Amityville era un fraude.
Fueron pasando los días y, aunque el matrimonio Luzt no volvieron a hacer ninguna declaración, el caso y todo lo relacionado con la casa, seguía generando una gran expectación tanto en los medios como en el público en general. Fue por esto por lo que una joven periodista, Laura Didio, se acercó a los Luzt…

Ella quería conocer de primera mano la verdadera historia de la casa y se entrevistó con ellos de forma privada. Según sus palabras, al verlos tan asustados mientras relataban todo lo sucedido, decidió ponerlos en contacto con los autoproclamados demonólogos, Lorraine y Ed Warren, y acordaron que llevarían a cabo una investigación de la casa

Fue así cómo el 24 de febrero de 1976, tres semanas después de la huida de la familia de Amityville, los Warren y un equipo de televisión entraron por primera vez en la vivienda

La segunda, y última vez que entraron en la casa, fue unos días después, exactamente el 6 de marzo. En esta ocasión lo hicieron junto a varios investigadores psíquicos de la Escuela de Parapsicología de Duke y con varios periodistas de radio y televisión, entre los que se encontraban Laura Didio y Marvin Scott, un presentador de la televisión local de Long Island que cubría la investigación. En total se encontraban en Amityville cerca de veinte personas. (De esa noche existen varios videos por las redes en los que podemos ver a varios de esos psíquicos en trance, pero sin llegar a dar ninguna imagen de cualquier suceso paranormal)

Con respecto a esa noche, los Warren declararon que, mientras estaban investigando el cuarto de costura que se situaba en la segunda planta de la vivienda fue cuando pudieron cerciorarse de que en esa casa existían unas grandes fuerzas demoniacas poderosas. Además también hicieron hincapié en que la noche había sido aterradora y espeluznante.
Evidentemente, los periodistas que asistieron a la investigación también relataron lo que vivieron esa noche. Scott contó cómo esa noche hacía mucho frío en la vivienda, pero que era algo normal, ya que la temperatura que hacía esa noche en Long Island era heladora, también comentó que fuera parte del frío que hacía ni vio ni sintió nada más, que fue una noche muy tranquila y que lo que menos pasó fue miedo.

En la misma dirección fueron las declaraciones de Laura Didio, ella comentó que esa noche no notó nada, que solo vio la actuación que tuvieron los psíquicos mientras estaban en un supuesto trance, pero que allí no pasó nada que le hiciera causar el más mínimo terror…
Aunque esa noche, al parecer, si que el equipo de los Warren consiguieron una prueba, para ellos irrefutable, de que en Amityville sí que ocurrían fenómenos paranormales, ya que pudieron hacer una fotografía de un niño que, según los miembros de la investigación, no estaba en la vivienda mientras ellos se encontraban allí. Lo curioso es que ese detalle fue omitido y salió a la luz pública unos años después, justo en un momento determinado que veremos un poco más adelante…
Mientras tanto, el parapsicólogo Stephen Kaplan, seguía intentando demostrar que todo lo que rodeaba a Amityville era un fraude y no cejaba su empeño en recoger pruebas para demostrarlo para poder publicarlo en un libro.

Ronald DeFeo estaba ya condenado a 6 penas de 25 años cada una pero su abogado seguía intentando que saliera de prisión, para ello quería demostrar que la casa indujo a su cliente a cometer los terribles asesinatos por lo que no dudó en contratar al escritor y parapsicólogo Hans Holzer.

El investigador acudió a la casa en enero de 1977 acompañado de la médium espiritual Ethel Meyers. Meyers entró en «trance» y así fue como descubrió que la casa estaba construida sobre un antiguo cementerio nativo americano y que allí se encontraba el espíritu de un jefe indio Shinnecock llamado «Rolling Thunder». Este espíritu era el causante de que DeFeo asesinara a toda su familia, ya que lo había poseído y había actuado bajo su influencia.
Para darle más «veracidad» a este descubrimiento mostraron unas fotografías sacadas de ese momento en el que se dice que se aprecia unos halos, la figura de un hombre a caballo y algún ectoplasma que otro…
Ante estas afirmaciones tanto la Sociedad Histórica local de Amityville como los propios Shinnecock se dedicaron a informar que en esa zona nunca habían estado asentados estos nativos americanos y, además, los indios indicaron que entre sus ritos funerarios no estaba el enterrar a sus difuntos cerca del agua, ya que era algo que tenían prohibido.
Mientras tanto, Kaplan seguía en su empeño en demostrar que todo lo que se contaba de la casa era mentira y, puede ser que, la publicación de un libro de 1977 le ayudara. Veréis…
Durante este tiempo Paul Hoffman, el periodista con el que se puso en contacto Webber para que publicara un libro sobre los Luzt, publicó un artículo a nivel nacional sobre todo lo que había acontecido en la vivienda. Este artículo causó mucho revuelo tanto en la opinión pública como en la familia Lutz, ya que demandaron a Hoffman, Webber y a la revista porque ellos no habían dado su permiso para que se hiciera esa publicación. Webber se desmarcó de los hechos argumentando que Hoffman había actuado por iniciativa propia
Pero mientras que todo esto ocurre, el matrimonio Luzt conoce al editor Tam Mossman quien les recomienda al escritor Jay Anson para que escriba su historia. Y así fue como en 1976 se publica «The Amityville Horror: a true Story» llegando a venderse solo 30 ediciones del libro, unas 10 millones de copias. Todo un éxito…

Sin embargo, este libro no hacía más que demostrar para Kaplan que toda la historia era un fraude. Se hicieron dos formatos del libro, uno de tapa dura, que fue el primero en editarse y otro en rústico. En el de tapa dura se detallaban unos sucesos como el de que el coche de Pecoraro sufrió un accidente inexplicable ya que al estar conduciéndolo tras salir de Amityville, el capó de su coche se abrió e impactó contra la luna delantera del vehículo pudiendo llegar a causar una tragedia. Lo que llama la atención es que con el modelo del coche que conducía el Padre resultaba imposible que eso sucediese, ya que tenía la apertura del capó desde la luna hacia el morro del coche. Esta «anécdota» la subsanaron en la edición de tapa rústica cambiando el modelo del vehículo… Lo peor, es que entre los dos libros existen varios cambios como este para subsanar «errores» de la primera edición… Evidentemente esto es algo que hace sospechar que la historia que se cuenta no sea del todo cierta…

Aunque este hecho no parecía importarle ni a la familia Luzt ni a la editorial del libro ya que, viendo el éxito que habían obtenido, decidieron ir más allá y ceder los derechos de sus vivencias para que se hiciera una película sobre estos sucesos. Y así fue como en Junio de 1979 se estrenó la película basada en el libro «The Amityville Horror».

Como suele ocurrir en estos casos, la película tuvo una gran promoción y fue en ese momento cuando, la noche antes del estreno, sacaron a la luz la supuesta fotografía que habían capturado el equipo de los Warren en la casa durante la segunda noche de investigación… ¿Casualidad?


Seguramente habéis visto esta fotografía por infinidad de artículos y páginas de internet. Para algunos es una prueba de que en la casa estaba habitada por algún tipo de entidad, para otros, esta fotografía no es más que un montaje, ya que aunque aseguraron que durante la investigación no había ningún menor en Amityville, nunca se pudo probar que no fuese así. Además, el hecho de que esta imagen no saliera a la luz justo en el momento en el que fue fotografiada y sí la noche antes del estreno de la película hace sospechar bastante de la autenticidad de la foto…
Pero… ¿Por qué?. Pues Kaplan y Webber lo tenían muy claro, desde un principio querían hacer negocio con los crímenes que DeFeo cometió. Y, aunque Webber estaba con ellos al principio, en más de una ocasión se denunciaron mutuamente por distintos motivos
Si nos fijamos en los beneficios económicos que trajo toda esta historia, vemos como la familia Luzt no salió mal parada: por el libro ganaron 250 mil dólares y por la película 160 mil; sabiendo que la casa les costó 84 mil… la huida de esa casa y todo lo que ocurrió después sin duda les ayudó a mejorar su economía familiar aunque, según declararon los Luzt posteriormente, los beneficios lo tuvieron que usar para hacer frente a los distintos litigios que tuvieron con Webber y que se alargaron en el tiempo.
Debido a la controversia que el caso generó, el matrimonio Luzt se sometió en un programa de televisión a la prueba del polígrafo, pero ellos no querían que fuese el profesional del programa el que se lo realizara sino que recurrieron a uno específico. La realidad es que pasaron la prueba, pero hasta en este hecho, existe la sombra de la duda…
Pero si hay algo que es común en los fenómenos paranormales es su recurrencia y Amityville ha sido ocupada en varias ocasiones desde que salieron a la luz estos hechos, la cuestión es… ¿Se ha vuelto a producir algún tipo de fenómeno en esta casa? Pues bien, los siguientes habitantes de la vivienda fueron la familia Cromarty, quienes demandaron a los Luzt por dos motivos principalmente: ni en la casa se producía ningún tipo de fenómeno paranormal, pero a cambio, tenían que soportar a una gran cantidad de curiosos que se apostaban por los alrededores de Amityville para poder ser testigos de esos supuestos fantasmas que allí residían. Hartos de tantas visitas dejaron la casa a los dos años.

Realmente ninguno de sus posteriores inquilinos se han vuelto a encontrar con ningún tipo de fenomenología paranormal, aunque por los alrededores de ella se siguen acercando curiosos para ver si pueden captar algo extraño.
A día de hoy, y si buscamos por el Street View la vivienda, llama la atención que aparece pixelada, como si quisieran que los curiosos no pudiesen buscarla por la red e ir, después de conocer su ubicación exacta, a visitarla para poder encontrarse quizás con Jodie y así poder ser testigos directos de todo lo que de Amityville se contaba
Para nosotros, y a pesar de ser una de las casas encantadas más famosas del mundo y estar deseosos de poder estar en ella para hacer eso que tanto nos gusta, este caso nos genera muchas dudas. Quizás, algún día, se llegue a conocer la verdadera historia de esta casa que tanto ha dado para el mundo del Misterio y que, a día de hoy, sigue dando tanto que hablar
J.R. y S.V.
