¿QUÉ ES LA ESPECTROFILIA?

Hoy nos vamos a detener en este hecho dentro de las manifestaciones paranormales. Se llama Espectrofilia al fenómeno sobrenatural en el que un espíritu o ente mantiene relaciones sexuales con personas de nuestro mundo. Sí, imagino lo que estáis pensando, parece algo descabellado, pero este tipo de encuentros parece que ha ocurrido en numerosas ocasiones y se ha hablado de ello a lo largo de toda la historia del hombre, veréis.

Para empezar a hablar de esto vamos a hacer un viaje al pasado. La primera referencia que encontramos sobre ello es a través de la mitología griega y romana, ya que, según su historia, existían dioses que mantenían relaciones con personas y que, como resultado, engendraban a semidioses como así ocurrió con Júpiter, Tetis y Venus.

En la Edad Media, en Europa se hace reiterada la mención a dos demonios que, desde entonces, empieza a formar parte de los temores de la población, Incubus y Sucubus pero, ¿Quiénes o qué son exactamente?

El Incubus es un demonio masculino que asalta a las mujeres mientras duermen. Al principio se mete en la mente femenina y le siembra la lujuria y, tras varios días, se materializa y mantiene relaciones sexuales con ella. La mujer no se despierta mientras el demonio la está poseyendo sino que sólo le queda el recuerdo de un mal sueño sin embargo, se encuentra débil físicamente. El Incubus ataca a todo tipo de mujer, sin importarle ni la edad ni el físico ya que lo único que le interesa es su energía, que es lo que le sirve para poder alimentarse.

Pero estos encuentros pueden causar dos consecuencias a la mujer, uno de ellos es que ella puede llegar a morir debido al robo de energía que sufre de tener estas relaciones noche tras noches y, la otra, por sorprendente que parezca, es que puede quedar embarazada. Si ocurre esto último el bebé que dé a luz puede nacer muerto o, en caso de que viva, sería una persona totalmente deformada y con una gran inclinación a hacer el mal. Aunque también hay una teoría que dice que pueden engendrar a seres con poderes mágicos como, por ejemplo, se dice que pudo ser el mago Merlín ya que se le atribuye ser el hijo de un Incubus y una prostituta.

Pero no sólo este fenómeno afecta a la mujer ya que, como os hemos comentado antes, también existe El Sucubus, que no es más que un demonio que adopta forma de mujer y
seduce a los hombres. En este caso el Sucubus ataca directamente y, además de robarle la energía, se queda con el semen para cuando se puedan convertir en Incubus. Al cambiar a Incubus introduce el semen en una mujer y, así, forja un vínculo multigeneracional entre especies.

Hemos hablado de los dioses de la mitología griega y romana sin embargo, tenemos una referencia mucho más antigua del Sucubus… Nos trasladamos a la literatura hebrea, ahí se nos menciona a Lilith, la primera compañera que tuvo Adán en los Jardines del Edén y que, debido a su demanda sexual no correspondida, se fue del paraíso y se enfrentó enfadada a Dios por lo que existe una corriente que la cataloga como el primer espíritu Sucubus de la historia.

Si ya todo esto es sorprendente, cuando buceas en las distintas civilizaciones antiguas del mundo, vemos que estos demonios no son sólo exclusivos de la edad media europea ya que en todas estas culturas tambien hacen una clara referencia a estos espíritus sólo que, evidentemente, tienen distintos nombres

Pero hay un hecho que ocurrió hace relativamente poco tiempo que hizo que la espectrofilia saltara a la luz pública y que, además, quedara plasmada en una película, basada en hechos reales, que seguro que os sonará: El Ente

Esto es lo que le sucedió a Doris Bither en Mayo de 1974. Doris era una mujer de 30 años, soltera, que vivía en Culver, California, junto a sus cuatro hijos. Su vida era normal hasta que, una noche, empezó a ser atacada por una entidad invisible. Fueron muchas las noches en las que la entidad la tocaba, la golpeaba y la agredía sexualmente.

Tras pasar varias noches sufriendo estos ataques, Doris buscó ayuda psiquiátrica ya que pensaba que le estaba pasando era producto de su mente. Sin embargo su diagnóstico fue el que ella ya sospechaba… era una persona sana mentalmente. Tras este resultado y, viendo que las agresiones no cesaban, no tuvo más remedio que ponerse en contacto con el laboratorio de Parapsicología de la Universidad de California y allí contactó con el Dr. Barry E. Taff, un psiquiatra e investigador escéptico. Al principio el Dr. Taff pensó que lo que le estaba ocurriendo a Doris tenía que ser debido a algún trastorno mental hasta que ella le enseñó todas las heridas que tenía en su cuerpo incluyendo las que la entidad le había producido en la zona genital…

Ante las señales que la mujer tenía en su cuerpo, Taff se interesó por el caso empezando a investigar sobre lo ocurrido. Así que se puso en contacto con los vecinos de Doris y algunos le confesaron que habían sido testigos de los abusos que sufría la mujer por medio de algo invisible. Pero, por suerte o por desgracia, no habían sido las únicas personas que habían visto estos hechos ya que sus propios hijos también habían podido ver los ataques que sufría su madre por algo no físico

Tras recabar todos los datos y con los ataques, de lo que llamaron «El Ente» persistiendo, Taff intentó otra vez dar una respuesta científica para todo este suceso por lo que sometió a Doris a una sesión de hipnosis dirigida por el especialista Kerry Gaynor. Pero otra vez se toparon con una pared ya que en el subconsciente de la mujer no había nada que hiciera pensar que estos ataques fueran mentales. Así que al final decidieron trasladar un equipo científico a la casa de Doris para ver en directo lo que allí sucedia.

¿Y qué se encontraron? Pues bien, ellos creían que verian a la mujer afectada por algún trastorno del sueño ya que creían que las supuestas agresiones sucedían mientras ella dormia. La sorpresa les llegó cuando empezaron a ser testigos de distintas manifestaciones, como esferas luminosas, arcos de luz que fueron fotografiados, puertas de los muebles que se abrían y cerraban solas y objetos que salían volando delante de ellos. Por si fuera poco, tras la sucesión de todos estos fenómenos, la mujer era inmediatamente después atacada sexualmente por lo que no tuvieron más remedio que aceptar, de todas a todas, que estaban ante una entidad sobrenatural.

Debido al estado el estado físico y psíquico en el que se encontraba Doris después de tantas agresiones, decidieron trasladarla al laboratorio de la Universidad de California en donde la instalaron en una especie de casa de cristal la cual, estaba vigilada constantemente por cámaras y por doctores que no le quitaban la vista de encima… Sin embargo, los ataques no cesaron ya que, delante de todos los que se encontraban observandola, El Ente volvió a agredir a Doris y, en este caso, recreándose ya que se dedicó a practicar numerosas posturas del Kama Sutra. Por desgracia, y por esa razón que aún desconocemos y que pasa más veces de las que pensamos, las cámaras no lograron captar nada con la contundencia suficiente para que toda la comunidad científica aceptara que lo que le estaba ocurriendo a esta mujer lo clasificaran de hecho paranormal.

Aún siendo testigos del ataque sufrido por Doris, la mujer fue nuevamente sometida a otra nueva sesión de hipnosis pero, en esta ocasión, descubrieron algo que no había salido a la luz hasta ese momento; la mujer había sufrido abusos sexuales de niña. Tras este nuevo dato los investigadores se dividieron en tres bloques, unos pensaban que todo por lo que estaba pasando Doris lo creaba su mente debido al hecho traumático que vivió de pequeña, otros tenían la teoría de que la mujer era la que creaba un tipo de proyecciones energéticas que se plasmaban en los fenómenos que habían visto. Sólo unos pocos tomaban como realidad todo lo que le estaba ocurriendo y aseguraban que Doris era víctima de alguna entidad paranormal.

Pero pasaban los días y la mujer seguía recibiendo esas desafortunadas visitas por lo que decidió abandonar el laboratorio y mudarse a Texas. Sin embargo El Ente seguía atacándola. Doris, intentando huir de lo que le estaba ocurriendo, se mudó cinco veces aunque lo único que consiguió fue que la frecuencia de los ataques disminuyeran hasta que, dos años después, cesaron completamente. Desde entonces Doris vivió tranquila hasta que falleció en Julio del 2006.

Y esto que parece tan extraño e imposible no es el único caso del que hay constancia. Existen numerosos informes de personas que aseguran haber tenido encuentros sexuales con entidades. Sin embargo, y debido al trauma que eso conlleva, ya que no es fácil ni vivirlo ni aceptarlo ni exteriorizarlo, las víctimas no son muy dadas a hablar de ello y, lógicamente, no sale a la luz pública Pero hay dos famosas estadounidenses que han declarado haber tenido este tipo de encuentros con fantasmas.

La cantante KeSha le confesó al presentador Ryan Seacrest en su programa de radio Kiss FM que su canción “Supernatural” está inspirada en una experiencia de este tipo. Lo mismo hizo la actriz y modelo Anna Nicole Smith en la revista estadounidense “FHM”. En esa publicación admitió que unos años antes, cuando vivía en Texas, tuvo encuentros sexuales con algo del más allá y, aunque al principio sintió temor, se dio cuenta de que la entidad no quería hacerle daño y que disfrutó con la experiencia…

Siendo un hecho tan extraño ¿Existe alguna explicación para que ocurran estos casos?

Muchos expertos parapsicológicos achacan estos actos a la cantidad de personas que “juegan” con el mundo paranormal ya que, al contactar con ese mundo, no se sabe con qué se está contactando exactamente por lo que pueden estar con una entidad, llamémosle, buena o con una demoníaca que pueden tomar la forma de Incubus o Sucubus y, así, empezar a sufrir este tipo de abusos.

Por otra parte están los especialistas médicos que creen que este tipo de ataques se produce durante lo que se conoce como parálisis del sueño. Durante este transtorno, la persona tiene una incapacidad transitoria para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario que tiene lugar entre el sueño y la vigilia, o lo que es lo mismo, la persona está despierta mientras que parte de su cerebro está dormida. El sujeto afectado por la parálisis del sueño puede oír y ver pero no puede ni moverse ni hablar. Es, en estos momentos, cuando muchas personas afirman haber visto algún tipo de entidad al igual que notan cómo si algo les estuvieran asfixiando. De ahí su explicación. Pero… ¿vosotros cómo lo veis?

J.R. y S.V.

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