Ubicada en Pennsylvania Avenue Nº 1600, al noroeste de Washington D. C., la Casa Blanca es considerado uno de los edificios más célebres y emblemáticos del mundo. Ideada por George Washington y construido en 1790, fue inaugurada oficialmente por John Adams en 1800.
David Burnes, el antiguo propietario de los terrenos donde ahora se encuentra la Casa Blanca, y quien inicialmente no deseaba venderlos al gobierno. Durante repetidos intentos para conseguir que Burnes vendiera voluntariamente el sitio donde actualmente se emplaza la mansión presidencial, los historiadores afirman que éste incluso llegó a insultar una vez al presidente George Washington, espetándole “que él era presidente gracias al haberse casado con una viuda rica”.
Lillian Rogers Parks, una empleada de la Casa Blanca, le confidenció una vez al presidente Franklin Delano Roosevelt que mientras limpiaba el Despacho Oval solía escuchar una extraña voz a sus espaldas diciendo: “Yo soy el Sr. Burnes”, algo que corroboraría años más tarde otro empleado de la Casa Blanca durante la presidencia de Harry Truman. En la actualidad, se asegura que todavía la voz de Burnes se escucha en el ático de la Casa Blanca.
Otro fantasma que se asegura merodea por la Casa Blanca es el de Anne Surratt, cuya madre , Mary Surratt, fue la primera mujer en ser ejecutada por el gobierno de los Estados Unidos debido a su participación en la conspiración para asesinar al presidente Abraham Lincoln en 1865. Mary Surratt habitaba en una casa de huéspedes que John Wilkes Booth (el asesino de Lincoln) y otros co-conspiradores utilizaron como lugar de reunión para discutir el plan del famoso magnicidio. Se dice que el espectro de Anne Surratt se aparece golpeando las puertas de la Casa Blanca pidiendo clemencia para su madre cada 7 de julio, precisamente la misma fecha en que su madre fue ejecutada.
Un caso especial es el de William Wallace Lincoln, hijo del presidente Abraham Lincoln, quien falleció en una habitación de la Casa Blanca el 20 de febrero de 1862, con tan sólo 11 años, debido a los terribles efectos de la fiebre tifoidea. Sus funerales se celebraron en la Sala Verde de la Casa Blanca. Curiosamente, muchos años más tarde, Linda Johnson, hija del presidente Lyndon Johnson, y quien ocupara la habitación del hijo de Lincoln durante la presidencia de su padre, aseguró haber visto allí al fantasma de “Willie” en varias ocasiones.
Sin embargo, los fantasmas más célebres de la Casa Blanca son los de algunos presidentes muertos. Ese es el caso del presidente Andrew Jackson, cuyo rostro aparece en los billetes de 20 dólares, y quien antes de morir juró vengarse de los políticos que le hicieron la vida imposible durante su elección en 1828. La primera dama Mary Todd Lincoln, esposa del presidente Abraham Lincoln, fue la primera persona en tener una experiencia con el fantasma de Jackson en la Casa Blanca. Mary, conocida por realizar sesiones de espiritismo en la casa presidencial con la esperanza de comunicarse con sus hijos muertos Willie y Eddie, aseguró haber visto la aparición fantasmal de Jackson a través de salas residenciales de la Casa Blanca. También se ha reportado una risa maníaca que se escucha a veces en la habitación rosa de la Casa Blanca, curiosamente la misma habitación donde Jackson solía dormir durante su presidencia. En este mismo lugar, por cierto, también se ha reportado la existencia de un frío extraño, incluso en los días en que hace más calor.
El ex presidente Franklin D. Roosevelt, de hecho, aseguró que en varias ocasiones vio la silueta fantasmal del presidente Jackson. También se rumorea que el ex presidente Thomas Jefferson ha sido visto en varios lugares de la Casa Blanca tocando el violín e interpretando canciones del Siglo XIX.
La leyenda cuenta que pocos días antes de que fuera asesinado, Abraham Lincoln tuvo un sueño premonitorio: “Aquel día me retiré a dormir muy tarde, había estado toda la noche esperando las noticias que llegaban desde el frente de la guerra. Me metí en la cama y me quedé dormido, no había podido pasar mucho tiempo cuando me despertaron unos sollozos. Estaba escuchando llorar a alguien, pero la habitación estaba vacía. Decidí encontrar el origen de aquel misterioso ruido, cada vez parecía que se escuchaban más personas llorando, pero por mucho que lo intentaba, no daba con el origen. Recorrí toda la Casa Blanca hasta que llegué a la Sala Este. Cuando entré en ella me llevé una horrible sorpresa, en medio de la sala había un altar con un cuerpo muerto encima y una multitud llorando a su alrededor. Exigí al soldado que tenía más cerca que me explicara quién había muerto en la Casa Blanca. “El Presidente” fue su respuesta “Ha sido asesinado”. De pronto una fuerte ráfaga de dolor me despertó en mi cama, sabía que había sido un sueño, pero por algún motivo me encontraba muy incómodo.”.
Pocos días más tarde, en la noche del 14 de abril de 1865, la pesadilla se haría realidad y Lincoln sería asesinado de un disparo en la cabeza mientras presenciaba una comedia musical en el teatro Ford. Su asesino había sido John Wilkes Booth, un actor de Maryland, residente en Virginia y simpatizante del Sur, quien apareció por detrás suyo y le disparó un único tiro mientras gritaba la frase en latín “¡Sic semper tyrannis!” (“Así siempre a los tiranos”).Por si esto no resultara suficientemente misterioso, su guardaespaldas personal también relato su última y extraña conversación con el presidente. El presidente le había contado su macabro sueño y por ello su guardaespaldas le recomendó no asistir al Teatro Ford aquella noche, donde iba a ver con su mujer para ver la obra “Our American Cousin”. Lincoln le respondió que se lo había prometido a su esposa y debía ir, su guardaespaldas le pidió que por lo menos le dejara acompañarle como escolta de refuerzo, pero Lincoln se negó. Cuando Lincoln se fue para el Teatro se despidió de su guardaespaldas con un “Good Bye” (adiós), esta era la primera vez que se despedía de esta manera ya que Lincoln siempre le decía “Good Night” (Buenas noches). A su guardaespaldas le llamó la atención pero no le dio demasiada importancia en aquel momento, horas después quedó en estado de shock al ver en las noticias que lo habían asesinado.
Una de las primeras personas que aseguraron haber visto el fantasma de Abraham Lincoln en la Casa Blanca fue la Princesa Wildhemina de Holanda, quien escuchó que alguien tocaba la puerta de su recámara. Cuando abrió, la mujer afirmó haberse encontrado, frente a frente, con el espíritu del ex presidente. Al escuchar los gritos de la princesa, un secretario corrió a ver lo que sucedía. El hombre señaló que vio al fantasma de Lincoln, sentado sobre su cama, colocándose unas botas.
Años más tarde, fue el famoso primer ministro británico Winston Churchill quien vería al fantasma de Lincoln durante una estancia en el Dormitorio Lincoln. Churchill, después de ver al fantasma del asesinado mandatario parado junto a una chimenea, no entró en pánico. Churchill se levantó desnudo de la bañera y con su siempre rápida lengua le dijo “Buenas noches presidente, parezco estar en desventaja”. En ese momento Lincoln sonrió y desapareció.
Posteriormente, serían los presidentes Teddy Roosevelt, Franklin D. Roosevelt (y su esposa), Dwight Eisenhower y Herbert Hoover quienes también dijeron haber visto al espectro de Abraham Lincoln en las habitaciones o los pasillos de la Casa Blanca.
Años más tarde, Joshua P. Warren, un investigador de fenómenos paranormales, publicó varias pruebas fotográficas del espíritu del ex mandatario, como una vieja fotografía tomada en 1950 por el antiguo fotógrafo de la Casa Blanca, Abbie Rowe, en el sótano de la residencia presidencial, en la que supuestamente se puede apreciar la silueta transparente de Abraham Lincoln. “El lugar donde se tomó la foto está directamente debajo del dormitorio de Lincoln”, aseguró en esa oportunidad Warren.
En la imagen en cuestión se aprecia a un hombre manejando una máquina excavadora y un grupo de hombres en el fondo. Sin embargo, al lado derecho de la imagen foto se puede ver a un hombre casi transparente, que para Warren correspondería al fantasma de Lincoln
J.R.






