Imaginate que vas con tu coche por una carretera secundaria y oscura de madrugada, no hay tráfico desde hace rato en ninguno de los dos sentidos. Vas pensando en tus cosas mientras escuchas tu programa de radio nocturno preferido que hace que los km de tu viaje se te hagan más llevaderos. Probablemente, si eres de los míos, irías escuchando algún podcast relacionado con el misterio. Aparte de eso, nada perturba tu viaje, el suave ronroneo del motor y de los neumáticos rodando por el asfalto, la noche cerrada, y voces de estudio a través de los altavoces.
De repente los focos de tu coche alumbran algo más adelante, en la cuneta. FIjas la vista mientras reduces la velocidad y ese algo se va acercando. Podría ser un contenedor de basura, o una caseta de luz pequeña, pero conforme te vas acercando y disminuyendo la velocidad te das cuenta de que son personas,,,y más concretamente niños. Van en camiseta y bañador, a pesar de estar en pleno invierno. Son pequeños, no más de 10 años, y van en fila india, unos 4 o 5. Llevan en sus manos cubos y palas de playa, flotadores y pelotas. Ya de por sí es extraño ver tan singular grupo de chavales a esas horas por ese lugar solitario y con indumentaria tan veraniega, pero espera..esas camiestas, esas gorras, esos bañadores, esas sandalias…son de otro tiempo, te recuerdan vagamente a como te vestía tu madre cuando eras pequeño para ir a la playa. Aminoras la velocidad aún mas y cuando llegas a la altura del grupo pasas al lado de ellos y les miras…y con espanto percibes que no tienen rostro…ninguno de ellos…donde debería estar el rostro sólo hay una cara negra, como carbonizada..mientras tu coche pasa lentamente al lado de la fila las siniestras cabecitas se van girando y mirandote con esa mirada carente de ojos…pero mirándote. Detienen su marcha para seguir mirándote y girando la cabeza…miras por el retrovisor y las luces rojas de tu coche les iluminan proyectando una imagen pavorosa y terrorífica mientras aún siguen mirándote hasta que desaparecen de tu espejo.
Esto que he relatado se basa en testimonios de varios testigos que afirman haber visto este tipo de apariciones en la N-340 a su paso por el camping de Los Alfaques. La mayoría ya conoceréis el trágico suceso ocurrido en dicho camping en el verano de 1.978 , concretamente el día 11 de Julio. Ese medio día el camping estaba a tope de su aforo con más de 800 personas alojadas, en su mayoría turistas belgas, alemanes e ingleses. Las familias regresaban de la playa a sus caravanas y tiendas para preparar el almuerzo y seguir disfrutand de lo que estaban siendo unas estupendas vacaciones de verano. A las 14,30 , en el kilómetro 159,5 de la N-340 explosionó un camión cisterna cargado con propileno matando a 215 personas y dejando un gran número de heridos. La explosión mató de manera inmediata a 103 personas. En días posteriores los heridos graves, algunos con quemaduras de hasta el 90% de la superficie corporal, fueron engrosando la lista de víctimas mortales. Un año después habían sido identificados todos los cadáveres, excepto dos. La expansión del propileno provocó una lluvia de fuego que además afectó a bombonas de butano y depósitos de combustible de los coches que también explosionaron, llegando a alcanzarse temperaturas de más de 2.000 grados carbonizando en el acto a decenas de personas. Muchos huyeron hacia la orilla de la playa, lo cual fue una decisión fatal, puesto que el agua llegó a hervir. La escena era dantesca, con cuerpos irreconocibles, algunos incluso sentados a la mesa en la posición en las que les sorprendió la explosión.
Hasta aquí la crónica del terrible suceso, vayamos a los supuestos fenómenos paranormales que allí ocurren según varios testigos e investigadores:
-Javier Martín Moraleda, natural de Zaragoza, llama por teléfono el día 6 de septiembre de 2004 en directo al programa de Iker Jiménez, Milenio 3, que se emite en la Cadena SER, para comentar una experiencia que tuvo el 19 de Agosto del 2003 al pasar delante del camping de los Alfaques. Esta llamada conmocionó a la audiencia del programa, ya que en esos instantes el presentador Iker Jimenéz estaba hablando de ese trágico suceso que asoló al pueblo de Tarragona ese 11 de Julio de 1978 y de las posteriores leyendas que fueron surgiendo a raíz de este trágico suceso.
Javier Martín circulaba sobre las dos de la mañana por una larga recta de poca visibilidad. Al observar que circulaba sin vehículos en las proximidades, encendió las luces largas para visionar mejor la calzada, y fue entonces cuando pudo observar a siete u ocho personas al otro lado de la carretera, invadiendo incluso el carril y separados entre si por una distancia aproximada de dos metros. Según el testigo había niños, adultos y personas ancianas, pero todos parecían estar quietos y con la mirada fija, unos mirando la carretera y otros la inmensa llanura que queda al lado opuesto de la calzada. Aquello sorprendió mucho a Javier, quien se fue aproximando con su vehículo, y justo al llegar a su altura de estas personas se percató de algo insólito: Aquella gente iba vestida con ropa veraniega, algunos incluso llevaban en su cabeza las típicas gorras de sol, aunque hubo algo que extrañó aun más si cabe a este conductor, fue sin duda que aquellas extrañas personas se mostraban indiferentes al paso del coche, a su entorno y además estaban allí completamente a oscuras en una carretera de poca visibilidad sin tener ni una sola linterna. Era, según Javier, como si para esa gente no existiera todo lo que estaba a su alrededor. Al pasar a este grupo de extraños personajes, Javier despertó a su mujer que dormía en el coche y esta le contó que estaban por el camping de los Alfaques, donde hace algunos años murió mucha gente quemada y se vivió una auténtica tragedia.
-La ruta Valencia-Tarragona le había sido encargara a Fernando, quien debía transportar material líquido peligroso. Aun así decidió llevarse a su mujer y su hija en el camión cisterna para hacer más ameno el viaje. Era media noche cuando transitaba por la provincia de Tarragona y algo le sorprendió en la noche, a ambos lados de la carretera se encontraban varios niños vestidos de playa con el bañador, las camisetas de tirantes e incluso algunos de ellos con cubitos y palas. Estos niños parecían asustarse del camión y salían despavoridos a esconderse, por lo cual Fernando despertó a Carmen, su mujer, para decirle lo que estaba sucediendo. “Carmen, que estarán tramando esos niños que se esconden“… Por la mañana fueron a desayunar a la cafetería de un hostal cercano y contaron aquella anécdota al camarero, quien le dijo a la pareja que señalaran en un mapa el lugar exacto donde estaban los niños. Justo al lado del dedo de Fermando había un símbolo pintado en el mapa que indicaba que allí había un camping. El camarero fue a su casa y a los pocos minutos apareció con un recorte antiguo de periódico: “Tragedia en la camping los Alfaques, 216 personas muertas al explotar un camión cisterna que transportaba materiales peligrosos“. La historia de este camionero valenciano está considerada, para muchos, como una leyenda urbana. Cierto o no, la realidad como en muchos otros casos supera a la ficción, la prueba en este caso son las apariciones que están presentes después de 40 años.
Estos son solo dos ejemplos de los múltiples testimonios sobre apariciones de éste tipo en Los Alfaques. Una tremenda tragedia envuelta en misterio. En la actualidad el camping está en funcionamiento. ¿Nos vamos de camping?-
J.R.




