CHARLES MANSON: LA CARA DEL MAL

Madrugada del 9 de Agosto de 1.969, 10050 de Cielo Drive, Beverly Hills, Los Ángeles, California. Los jóvenes Susan Atkins, alias «Sexie Sadie»; Patricia Krenwinkel, Leslie van Houten y Tex Watson, armados de cuchillos y un revólver, entraron en la mansión del empresario del espectáculo Rudy Altobelli la cual tenía alquilada a Roman Polansky junto con su joven esposa, la actriz Sharon Tate.

Aquella noche el famoso director no se encontraba en la vivienda, ya que había viajado a Londres. Junto a Sharon, embarazada de 8 meses; otras tres personas, Jay Sebring, Abigail Folger y Voityck Frykowski . Lo que ocurrió a continuación fue una auténtica masacre que conmocionó a toda la sociedad estadounidense de la época. Sharon Tate fue asesinada de 16 puñaladas después de ser torturada, al igual que sus desgraciados acompañantes. Sebring murió de un disparo; Folger fue apuñalada 28 veces, ya estando muerta de un disparo y Frykowski recibió 71 cuchilladas. Antes se cruzaron con el joven Steven Parent, de 18 años y sobrino del cuidador de la finca, al cual también mataron de un disparo.

A la mañana siguiente fue el ama de llaves la que se encontró con un escenario dantesco, una orgía de sangre y muerte. El sargento Joe De Rosa, de la policía de Los Angeles, accede a la escena del crimen . El macabro espectáculo que aparece ante sus ojos quiebra su experiencia profesional: «He visto cosas horribles, pero esta carnicería de ahí dentro me ha hecho vomitar», declaró. Pero ¿Quiénes eran los cuatro asesinos?. ¿Cuál fue el móvil la barbarie?. El culpable e instigador no se encontraba aquella noche en Cielo Drive. Su nombre, Charles Manson, lider de la secta «La Familia Manson».

Para comprender la naturaleza de este suceso es preciso repasar la vida de Manson.

Nació en Cincinnati, Ohio, el 12 de Noviembre de 1.934 como Charles Milles Maddox. Hijo de Kathleen Maddox, una madre soltera de 16 años. Pocos años después Kathleen se casó con un obrero llamado William Manson, el cual le dió su apellido. La infancia de Charles no es que fuese un camino de rosas, precisamente, tal y como ocurre con la mayoría de asesinos en serie, su madre era alcohólica. Manson contó en una entrevista que llego a venderle por una jarra de cerveza. En 1.939 Kathleen fue condenada a 5 años de prisión por robo a mano armada. Durante ese período Manson vivió con sus tios. Tras esos 5 años a la sombra parecía que a Kathleen le estorbaba su hijo. Después de varios intentos consiguió enviarlo a un Centro de Niños sin hogar en Indiana, en el cual el joven Charles sólo duró 10 meses, puesto que se escapó y regresó al hogar materno. En 1.947, con 13 años cometió su primer delito, robo a mano armada en una tienda de alimentación. Fue el primero de otros tantos robos similares, en 1.952 ya acumulaba un total de ocho cargos contra el. Durante ese período de tiempo se fugaba y volvía a ser capturado. Del reformatorio fue transferido a prisión y quedó en libertad en 1.954 por buen comportamiento. Durante su breve período de libertad le dio tiempo a casarse y tener un hijo, pero no tardó en volver a la cárcel. Se divorció y se volvió a casar con una prostituta con la que tuvo su segundo hijo conocido. El bueno de Charles le daba a todos los palos, en su haber tenía cargos por robo de vehículos, atracos a mano armada, falsificación de cheques y proxenetismo. La mente inquieta de nuestro protagonista hizo que se interesara por el esoterismo y la filosofía oriental. Corría la primera mitad de la década de los 60.

Fue puesto en libertad en 1.967 y se trasladó a San Francisco. A través de un compañero carcelario consiguió un pequeño apartamento en Berkeley, en el cual Manson vivía prácticamente en la indigencia. Conoció a Mary Brunner, una joven de 23 años de edad, proveniente de la Universidad de Wisconsin-Madison. Brunner estaba trabajando como asistente de biblioteca de la Universidad de Berkeley y Manson se fue a vivir con ella. Posteriormente Manson, contra la voluntad de Brunner, invitó a otra mujer a vivir con ellos. En poco tiempo, estaban compartiendo la residencia de Brunner con otras 18 mujeres. Resulta sorprendente cómo alguien de una apariencia física tan poco llamativa (medía 1,57), sin un centavo en sus bolsillos y ex-convicto seducía con el verbo a mujeres jóvenes y con un buen nivel profesional e intelectual.

Durante el verano del 67 en San Francisco tenían lugar muchos festivales y concentraciones hippies. Charles se estableció como una especie de gurú, creando lo que se dió a conocer como «La Familia Manson», donde la mayoría de seguidores eran mujeres. En aquel verano recorrieron, en un autobús pintado de vivos colores, la costa oeste estadounidense captando adeptos, aparte de ser padre de su segundo hijo. Como curiosidad el actor Al Lewis, que dejó al cuidado de Manson a sus hijos en un par de ocasiones, le definió como «un buen tipo». Ojo clínico..

El mundo es un pañuelo, como se suele decir. A mediados del 68, Dennis Wilson, miembro de los Beach Boys, recogió en su coche a dos jóvenes autoestopistas que resultaron ser miembros de La familia Manson. La chicas no paraban de relatar las bondades de un tal Charles Manson. Tal era la pasión y el fervor que expresaban al hablar de «El Mago», que era como se referían a él, que el músico sintió curiosidad por el personaje en cuestión. Al día siguiente, Wilson, que regresaba de una maratoniana sesión de grabación en estudio sobre las 3 de la madrugada, llegó a su casa en Malibú y se encontró en la entrada con un hombre de corta estatura y barba, que se le acercó. Dennis le preguntó: «¿Me vas a lastimar?», a lo que el hombrecillo le respondió: «¿Crees que estoy aquí para lastimarte, hermano?», y se arrodilló para besarle los zapatos (esta era una de la aperturas preferidas de Manson). Cuando Dennis entró a su casa acompañado de Manson, se encontró con una docena de desconocidos en su casa, la gran mayoría mujeres, el punto débil de Wilson.

Manson afirmaba que llegó a grabar unas diez canciones con The Beach Boys, supuesto negado en rotundo por la banda californiana. Sin embargo, el ingeniero Stephen Desper confirmó que las mismas existen, incluso dijo que el material de Manson era «bastante bueno… tenía talento musical».

Lo curioso es que el encuentro de Dennis Wilson con las dos jóvenes seguidoras de Manson y con el propio Manson fue lo que le costó la vida a Sharon Tate y sus compañeros de velada. Pero sigamos.

La Familia Manson se estableció en el Rancho Spahm, propiedad de un octogenario ciego que alquilaba la hacienda para rodajes de películas del oeste. El pintoresco grupo pagaba el alquiler al anciano permitiendo que éste tuviera relaciones sexuales con las «Hermanas» de la familia. Posteriormente ocuparon dos ranchos más en «El Valle de la Muerte», el Rancho Myers y el rancho Baker, éste último propiedad de la abuela de una de las integrantes de La Familia, la cual permitió establecerse a Manson y sus secuaces una vez que éste le regaló un disco de oro de The Beach Boys.

Y entonces ocurrió algo trascendental en el trágico desenlace que se avecinaba. Manson escuchó el disco recién lanzado por The Beatles, «The White Album», y se obsesionó con el cuarteto de Liverpool. Como bien es sabido el final de la década de los sesenta fue un período de grandes tensiones raciales entre negros y blancos. La lucha de los afroamericanos por los Derechos Civiles, los discursos de Martin Luther King, el Black Power o los Panteras Negras fueron noticia constante. Manson estaba muy al tanto de tales tensiones y decidió erigirse como protagonista de un apocalipsis racial donde los negros se levantarían en guerra contra los blancos en todas las ciudades de Estados Unidos. En la víspera de Año Nuevo, en el rancho Myers, los miembros de «La Familia Manson» se reunieron alrededor de una gran hoguera, escuchando cómo Manson explicaba que la agitación social que él les había predicho también había sido prevista por The Beatles. De hecho Manson aseguraba que aquel mensaje se encontraba en el tema «Helter Skelter» del anteriormente mencionado «The White Album».

Como el apocalipsis era inminente, La familia Manson se fue al desierto a una casa aislada de color amarillo a la cual llamaron «Yellow Submarine» en alusión al popular tema de The Beatles, dado que iban a permanecer «sumergidos» en el anonimato preparándose para el supuesto apocalipsis, el cual, iba a ser iniciado por Manson lanzando un disco en el que sus canciones contendrían mensajes subliminales al estilo Beatles que servirían de detonante para desencadenar el caos. Manson invitó a Terry Melcher, productor musical de Dennis Wilson (El recogedor de autoestopistas jovencitas) a que se desplazara a Yellow Submarine para que escuchara el material musical apocalíptico. Pero el bueno de Terry no apareció por allí, por lo que Manson entró en cólera y decidió ir a buscarlo personalmente.

El 23 de marzo del 69 se presentó en el 10050 Cielo Drive, en Beverly Hills, California donde supuestamente vivía Melcher. Pero el productor ya no vivía allí. En cambio, quien abrió la puerta, fue el fotógrafo Shahrokh Hatami. Cuando Manson le dijo a Hatami que estaba buscando a Terry Melcher, Hatami le informó que no lo conocía y que el lugar era la residencia de un tal Roman Polanski. Apareciendo detrás de Hatami, en la puerta principal de la casa, Sharon Tate le preguntó a Hatami que quién llamaba. Y, sin saberlo, Sharon Tate estaba ante su verdugo. Hatami dijo que un hombre estaba buscando a alguien. Hatami y Tate permanecieron en el umbral mientras Manson, sin decir una palabra, se iba.

Rudi Altobelli, propietario de la casa y arrendador de la misma, vio a Manson desde la casa de huéspedes cercana y preguntó a Manson a través de la puerta qué quería, Manson le respondió que estaba buscando a Melcher. Altobelli dijo a Manson que Melcher se había mudado a Malibú, mintiéndole ya que Altobelli no sabía la nueva dirección de Melcher. Manson le hizo un par de preguntas más a Altobelli y este le dijo a Manson que se fuera y que no molestara más a sus inquilinos. Manson se fue. Altobelli y Tate viajaron al día siguiente a Roma.

En Junio del 69 Charles dió instrucciones a La Familia Manson para comenzar el «Helter Skelter». Para empezar necesitaban dinero, así que Manson ordenó a Charles Denton «Tex» Watson (la auténtica mano ejecutora de Manson) estafar a un narcotraficante negro llamado Bernard «Lotsapoppa» Crowe, el cual, al verse engañado por Manson y sus secuaces, amenazó con matarlos a todos. A los días Manson acudió al apartamento de Crowe y le disparó. Manson le creyó muerto pero Crowe no falleció. Como en los informativos dieron la noticia de la muerte de un Pantera Negra, Manson creyó que se trataba de Crowe. Aunque Crowe no era miembro de los Panteras Negras, Manson llegó a la conclusión de que había asesinado a uno de ellos y que habría represalias por parte de este grupo. Manson volvió al rancho Spahn desplegando tácticas defensivas, con patrullas nocturnas y guardias armados cuidando el rancho.

El 25 de julio de 1969, Manson envió a algunos miembros de «La Familia Manson», entre ellos Bobby Beausoleil, junto con Mary Brunner y Susan Atkins a la casa del músico Gary Hinman para persuadirlo a que entregara un dinero que Manson pensó que Hinman había heredado. Según Beausoleil, habían realizado la visita porque Hinman les había vendido mescalina de baja calidad y quería recuperar su dinero. Los tres tuvieron a Hinman como rehén dos días, durante los cuales Manson apareció con un cuchillo y cortó la oreja de Hinman. A continuación, Beausoleil apuñaló a Hinman hasta asesinarlo, aparentemente bajo las instrucciones de Manson. Antes de abandonar la escena del crimen, Beausoleil o una de las mujeres, utilizaron la sangre de Hinman para escribir en la pared «Political piggy» (en español: Cerdito político) y dibujar una pata de pantera, símbolo del partido Pantera Negra, para implicarlos. Beausoleil fue detenido el 6 de agosto de 1969, después de haber sido sorprendido conduciendo el coche de Hinman. La policía encontró el arma homicida en el vehículo

Dos días después, Manson dijo a los miembros de «La Familia Manson» en el rancho Spahn: «Ha llegado el momento del Helter Skelter».

En la noche del 8 de agosto de 1969, Manson envió a Watson , a Susan Atkins, a Linda Kasabian y a Patricia Krenwinkel,(ésta última una de las primeras en entrar a «La Familia Manson»), a «esa casa donde Melcher solía vivir» para que destruyeran «Totalmente a todo el mundo de la manera más horripilante que podáis».

Manson ordenó a las mujeres que siguieran todas las instrucciones de Watson. En la casa del 10050 de Cielo Drive, estaban la actriz Sharon Tate, embarazada de ocho meses;​ su amigo Jay Sebring, el peluquero de las estrellas; un amigo de Polanski y guionista llamado Wojciech Frykowski, y su novia Abigail Folger, heredera de la empresa de café Folgers. Roman Polanski estaba en Londres trabajando en una película; Tate había estado con él y había regresado a los Estados Unidos sólo tres semanas antes.

Era alrededor de la medianoche del 9 de agosto de 1969. Los cuatro asesinos, descalzos y ataviados con túnicas negras, bajaron del coche de Tex Watson. Cuando llegaron a la entrada de la propiedad, Watson, que había estado en la casa al menos una vez, subió a un poste de teléfono cerca de la puerta y cortó la línea. A continuación accedieron al jardín saltando un muro de contención portando una bolsa con ropa limpia para cambiarse después de la masacre, cuchillos y cuerdas. En ese momento vieron como un coche blanco se deslizaba por el camino de acceso a la casa de huéspedes que se encontraba en el interior de la propiedad. Temiendo verse descubierto, Watson corrió hacia el vehículo. El conductor, sorprendido y asustado, bajó la ventanilla para hablar con aquel desconocido que corría hacia él, momento que Watson aprovechó para meter la mano por la ventanilla y descerrajar cuatro disparos con su revólver en el pecho del infortunado conductor. Se trataba de Steven Parent, un muchacho de 18 años, sobrino del guarda de la propiedad.

Watson indicó al grupo que se acercaran sigilosamente a la casa buscando algun modo de entrar. Ordenó a Linda Kasabian que vigilase la entrada de la finca. Cuando Linda pasó al lado del coche de Parent se quedó horrorizada ante lo que veían sus ojos y, en aquel mismo momento, fue consciente de lo que estaban haciendo. Fue la única que no llegó a entrar en la casa. Mientras tanto, Watson abrió una ventana, accedió al interior y se fue a la puerta frontal, por donde accedieron Atkins y Krenwinkel. Al primero que vieron fue a Wojciech Frykowski, el guionista amigo de Polanski dormido en un sofá. Cuando Frykowski despertó, se encontró con Watson apuntándole el rostro con su revólver. Susan Atkins encontró una toalla con la que amarraron las manos de Frykowski. Atkins decidió pasear por la casa y observó a Abigail Folger leyendo en cama. Siguió caminando lentamente y se detuvo en la entrada de un cuarto donde se encontraba Sharon Tate conversando con Jay Sebring. Atkins volvió hacia donde estaba Tex Watson y le informó lo que había visto y este le ordenó que los capturara.

Atkins y Krenwinkel obedecieron. Atkins entró al cuarto donde se encontraba Abigail Folger, ésta le sonrió pensando que Atkins era alguna invitada más, pero Atkins apuntó a Folger con un revólver. Luego fue al cuarto donde se encontraba Sharon Tate. Le ordenó a Tate y a Sebring que se fueran a la sala. Allí, Tex Watson les ordenó a los cuatro acostarse boca abajo en el suelo. Sebring les dijo que consideraran el avanzado estado de embarazo de Sharon Tate y éstos permitieron sentarse a la actriz. En un momento de descuido, Jay Sebring intentó quitarle el revólver a Watson pero éste le disparó en el torso. Sebring se desplomó en el suelo y Watson comenzó a patear su rostro rompiéndole el tabique nasal y la cuenca de uno de sus ojos. Watson les exigió que le entregaran todo el dinero y Abigail Folger le entregó 70 dolares. Mientras Frykowski seguía atado en el sillón, Watson ató a las mujeres y al inconsciente Jay Sebring. Luego arrojó un extremo de la cuerda sobre la viga de madera que atravesaba el salón. Susan Atkins rodeó con la misma el cuello de Frykowski y le colgó de la cuerda, pero Frykowski logró zafarse y, agarrándola del pelo, la golpeó en la cabeza. Durante la lucha, Atkins logró apuñalarlo cuatro veces en una pierna y dos en la espalda. De alguna forma, el cuchillo cayó y se deslizó bajo el sofá. Watson disparó a Frykowski, pero éste seguía con vida por lo que, en un ataque de ira ciega, golpeó a Frykowski en la cabeza con la culata del revólver, tan fuerte, que rompió parte de la madera de la misma.

Abigail Folger, aun ilesa, logró zafarse y correr hasta la entrada de la casa gritando desesperadamente en busca de auxilio. Patricia Krenwinkel la persiguió. Watson, mientras, apuñaló cuatro veces más a Jay Sebring y luego corrió a buscar a Abigail. La alcanzó y derribó saltando sobre ella. Entre Krenwinkel y Watson, apuñalaron a Folger 28 veces en el jardín. Mientras, Frykowski, agonizando, logró salir de la casa pidiendo auxilio, llegando cerca del lugar donde estaba Linda Kasabian, que seguía en shock y totalmente bloqueada. Frykowski se puso en pie y se recostó contra un poste de la luz. Kasabian y Frykowski se miraron horrorizados a los ojos hasta que el guionista cayó muerto al suelo. Watson corrió hasta Frykowski y le dio 51 puñaladas.

Abigail Folger, aún con vida, logró ponerse en pie y caminar hasta el área de la piscina en una escena propia de una película de terror de serie B. En su penoso y lento caminar le vino la muerte y cayó al suelo, mientras, la cada vez más horrorizada Kasabian, pensó, tal y como confesaría a la policía, en subir al coche de Watson y huir, pero era tal el temor que le inspiraba el despiadado Watson que decidió permanecer donde estaba.

Sharon Tate en ese momento aun se encontraba ilesa, amarrada al cadáver de Jay Sebring, intentó huir, pero fue descubierta por Susan Atkins. Entre ella y Krewinkel la sujetaron mientras Watson la apuñalaba 16 veces para, posteriormente, colgarla de la viga del salón con la misma soga con la que anteriormente habian colgado a Sebring Antes de huir, Susan Atkins tomó una toalla y la empapó con la sangre de Sharon Tate, para luego escribir en la puerta de entrada de la casa la palabra «PIG» ( en español: Cerdo). Un extracto del informe forense da una idea de lo impactante del escenario: «La víctima más desoladora, porque era obvio que estaba embarazada, era Sharon Tate. Yacía con las piernas replegadas sobre su estómago, como si hubiera intentado proteger a su hijo. Tenía alrededor del cuello la misma soga que Sebring. Los habían colgado a los dos, pero el ahorcamiento no se había llegado a producir y ella habría fallecido por múltiples heridas de arma blanca».


La noche posterior a los crímenes en la casa de Sharon Tate, seis miembros de «La Familia Manson» partieron con nuevas instrucciones. Los cuatro protagonistas del evento anterior fueron acompañados por Leslie Van Houten y Steve Dennis Grogan. El propio Manson, encolerizado por el modus operandi de sus adeptos en la noche anterior, el cual consideraba ruidoso y poco eficiente, acompañó esa noche a sus pupilos personalmente, a fin de mostrarles «como se hacía». Tras varias horas debatiendo el dónde y el cómo, finalmente se encaminaron al número 3301 de Waverly Drive, en Los Ángeles. Resultó ser esta la vivienda de Leno LaBianca, un ejecutivo de supermercados, y su esposa Rosemary, copropietaria de una tienda de ropa. «La Familia Manson» conocía bien la zona, pues habían asistido a una fiesta en esa misma calle el año anterior. El mismo Manson asaltó la vivienda de los LaBianca. En un sillón del salón, en pijama y con un periódico en el regazo se encontraba Leno LaBianca. Manson le despertó encañonándole con el revolver en la cara. Le indicó que guardara silencio y le trasladó al dormitorio junto a su esposa. Allí, Tex Watson, siguiendo instrucciones, cubrió las cabezas de la pareja con fundas de almohada y sujetó éstas firmemente usando un cable telefónico. Complacido, Manson abandonó la escena, no sin antes enviar al interior del domicilio a Krenwinkel y Van Houten, con claras instrucciones de que el matrimonio debía ser asesinado.

Watson trasladó de nuevo a Leno LaBianca a la sala de estar y, allí, empezó a apuñalarle con un cuchillo de caza. El agresor se detuvo al escuchar ruidos de forcejeo procedentes de la habitación. Al dirigirse allí se encontró con Rosemary LaBianca intentando mantener a raya a Krenwinkel y Van Houten, sirviéndose de la lámpara que llevaba atada al cuello. Tex Watson sometió a la mujer propinándole varias puñaladas con el cuchillo. Posteriormente regresó a la sala de estar y volvió a atacar a Leno, causándole la muerte tras apuñalarle 12 veces. Cuando terminó, talló la palabra «War» (en español: guerra) en el abdomen expuesto de la víctima, tras desabotonarle el pijama. En la habitación, las mujeres terminaron su parte con la señora LaBianca, a la que siguieron apuñalando incesantemente. En la autopsia se encontraron hasta 41 heridas de arma blanca.

Tras los brutales asesinatos y mientras Tex Watson se duchaba en la misma vivienda, Krenwinkel escribió «Rise» (en español: Alzáos) y «Death to the pigs» (en español: Muerte a los cerdos), en las paredes y «Helter Skelter», en la puerta de la nevera. Para ello usó la sangre del señor LaBianca. Después propinó al difunto Leno 14 heridas punzantes con un tenedor de trinchar, el cual dejó finalmente hincado en su estómago, y luego dejó un cuchillo carnicero clavado en la garganta de la víctima. Los asesinos de los LaBianca regresaron al rancho Spahn. Mientras tanto, Manson, acompañado por Susan Atkins y Linda Kasabian, tenía la intención de que «La Familia Manson» cometiera otro asesinato pero los planes no se concretaron y se desestimó la idea. La noche acabó simplemente con Atkins defecando en las escaleras de entrada de una vivienda.

La devota, inquieta y defecadora Susan Atkins fue detenida por el asesinato de Gary Hinman, el músico anteriormente citado y que fue la primera víctima de «La familia Manson». Su encarcelamiento resultó fatal para el futuro de la organización ya que Atkins se jactaba en la carcel de pertener a tan famoso grupo y contaba sus batallas, con pelos y señales, a sus compañeras convictas. Las hazañas de Atkins corrieron como la pólvora por la penitenciaría hasta que una de las presas se animó a relatar a las autoridades lo que había llegado a sus oídos. Uno a uno fueron cayendo todos los miembros de «La Familia», exceptuando Linda Kasabian, la joven que permaneció horrorizada en el jardín de la casa de Polanski. Huyó del rancho Spahm abandonando a su hija. Fue detenida y se le ofreció inmunidad a cambio de relatar todo lo que sabía en torno a Manson y los suyos. Rehizo su vida y recuperó a su hija.

Manson no había estado presente en los asesinatos pero, debido a la sagacidad y elocuencia del Fiscal de Distrito, Vincent Bugliosi, fue sentenciado por conspiración y autor intelectual el 25 de enero de 1971 y, el 29 de marzo del mismo año, a la pena de muerte. Esta sentencia fue más tarde conmutada por cadena perpetua después de que la Corte Suprema de California aboliera la pena de muerte en ese estado. Durante su proceso penal, el reo se defendió a sí mismo y convirtió las audiencias en actos circenses. Del alto contenido mediático de la actuación del procesado da cuenta el fiscal de la causa Vincent Bugliosi: «Manson sorprendió a todos diciendo que él también quería declarar… Estuvo hablando durante una hora. Empezó hablando tan bajo que los espectadores que llenaban la sala tenían que inclinarse hacia delante para oírle. Pero después de pocos minutos la voz cambió, se fue haciendo más fuerte, más animada y, como ya había descubierto de mis conversaciones con él, cuando esto ocurría parecía que su rostro también cambiaba. Manson el Don Nadie, Manson el Mártir, Manson el Maestro, Manson el Profeta. Fue pasando por éstas y más personalidades». Algunas de las frases que pronunció durante el juicio se volvieron tristemente célebres y muestran el afán de sensacionalismo que lo embargaba. En defensa de sus seguidores expresó: «Ustedes han dado a mí sus hijos, ustedes los señalaron. Yo sólo he tratado de ayudarlos a levantarse, todo lo que han hecho estas criaturas lo han hecho por amor a sus hermanos».


Durante su encierro de por vida, ocasionalmente el nombre de Charles Manson llegaba a los periódicos de todo el mundo. De vez en cuando consentía que algún periodista e, incluso, alguna televisión le visitara en su «retiro involuntario del mundo», como ocurrió en febrero de 1987 con una cadena de televisión estadounidense de gran audiencia, donde declaró que no tenía nada de qué arrepentirse. Falleció en 2017 debido a un cáncer de cólon a la edad de 83 años.

J.R.

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