Siempre que hemos escuchado hablar de triángulos malditos, se nos viene a la cabeza el más conocido: el Triángulo de las Bermudas. Esto tiene su lógica, ya que cuando indagamos en su historia nos encontramos que son muchos los barcos y aviones que han desaparecido sin dejar rastro mientras recorrían ese perímetro misterioso que conforma Miami, Puerto Rico y las Islas Bermudas.
Cuando unimos los tres puntos nos damos cuenta de que este triángulo no es un área pequeña, estamos hablando de más de 1,1 millones de Km cuadrados de agua en los que han ocurrido desapariciones muy misteriosas desde que empezaron a hacerse públicas a mediados del siglo XX.
La primera mención documentada acerca del Triángulo de las Bermudas se hizo en 1.951 y en ella se escribía una crónica con bastantes datos en la que se contaba como había una zona geográfica muy determinada, donde algunos barcos y algunas avionetas se estaban perdiendo sin dejar rastro y sin avisar, ni siquiera por radio, de que estaban teniendo problemas.
En ésta misma crónica ya le dan a ésta zona el sobrenombre de «El triángulo del Diablo». Desde ese momento empiezan a aparecer nuevos casos igualmente misteriosos, por lo que la fama del triángulo se multiplica, llegando a ser más de 120 los aviones y barcos desaparecidos.
Pero no es la única área geográfica de nuestro planeta en el que suceden desapariciones extrañas. Hay otro triángulo que desafía, aún mas si cabe, a la ciencia. Es el triángulo de Alaska. Y, aunque no tiene tanta fama entre la gente de a pie como su hermano del sur de Estados Unidos, si tiene el dudoso honor de ser el triángulo con más desapariciones a nivel mundial.
Éste triángulo se extiende por una amplia zona entre tres regiones: Anchorage, Barrow y Juneau, entre las tierras del Yucon y el Klodike, el cual, a día de hoy, es uno de los mayores yacimientos de oro del mundo. Además ésta zona tiene una particularidad que la hace más peculiar aún. No se encuentra sobre agua, si no que toda su extensión está en tierra firme. Al tratarse de un área de montaña y bosque hace que ese alto nivel de desapariciones sea aún más inexplicable, ya que en ése lugar no ocurren desapariciones de barcos, lógicamente, y, que en el caso del Triángulo de las Bermudas, protagonizan casi el 60% de las desapariciones.
Los científicos estudian esta zona desde 1.988, y, desde entonces, existe un registro de todos los casos de desapariciones, ya sean aeronaves o personas de a pie que deciden adentrarse en la zona y que no regresan nunca. Lo que descuadra a todo el mundo es que cuando analizamos todos estos casos, nos damos cuenta de que la proporción de desapariciones en comparación con el Triángulo de las Bermudas es de 16 a 1. Estaríamos hablando de 16.000 personas que en Alaska, sin motivo aparente, desaparecen; mientras que en las Bermudas son unos 1.000 desaparecidos. Otra cosa a tener en cuenta es que los registros de las Bermudas se llevan anotando desde 1.951 y los de Alaska desde 1.988, lo que nos da una cifra de 600 desaparecidos al año.
ACCIDENTES IMPORTANTES
Nos trasladamos a Mayo de 1.992. En esa fecha cuatro hermanos, Jason, Kent, Jeff y Scott Roth, vecinos de Anchorage, decidieron viajar hasta Yakutat. Era algo que hacían todos los años, ya que como buenos conocedores de la zona, aprovechaban esa fecha para ir a pescar la trucha arcoiris, que se podían capturar en los ríos de la región. Además aquel año tenían otra razón especial para ir. Uno de los hermanos, Scott había perdido un ojo un año antes y todos los demás querían apoyarlo para que se diese cuenta de que podía llevar una vida lo más normal posible.
Los cuatro hermanos junto con tres amigos volaron hacia Yakutat en sendos aeroplanos, excepto Scott, que le prometió a su mujer que se desplazaría en un vuelo comercial. Todo transcurría con normalidad, hasta que el 2 de Mayo el tiempo empezó a empeorar, por lo que Jason y uno de los amigos decidieron volver a casa antes de lo previsto, llevándose la avioneta peor preparada para condiciones climatológicas adversas. El resto del grupo decidió quedarse y regresar en la CESNA 340 bimotor que pilotaría Jeff, que era la persona más experimentada en el pilotaje en situaciones adversas. El 3 de Mayo a las 6 de la tarde decidieron regresar. La CESNA portaba combustible para 3 horas de vuelo. A los 20 minutos del despegue, Jeff se puso en contacto con la torre de control para un mesaje rutinario. A partir de ahí se perdió contacto.
Al anochecer las autoridades de la Administración Federal de Aviación (FAA) notificaron a la familia Roth que la avioneta, con sus cinco ocupantes, había desparecido. A la mañana siguiente se activó el dispositivo de búsqueda: La Guardia Costera, las Fuerzas Aéreas y la Patrulla Aérea Civil inspeccionaron un total de 155.000 Km cuadrados durante 5 semanas. Fue una de las operaciones más largas y costosas llevadas a cabo en Alaska sin ningún resultado. Ni rastro del aparato ni de sus ocupantes.
El 16 de Octubre de 1.972 desapareció un bimotor CESNA con 4 personas a bordo, entre ellos había dos politicos. Una era Thomas Hale Boggs, líder de la mayoría de la Cámara de Representantes y ex miembro de la comisión de la Comisión Warren, y que, además, en el momento del accidente, era el 4º hombre con más poder del Gobierno de los Estados Unidos. El otro político era el joven congresista Nick Begich.
Ambos se habían desplazado hasta allí para la campaña de reeleción del congresista Begich como representante de Alaska en el Senado norteamericano y, en ese momento, estaban sacando adelante la Ley de Arbitraje de las reclamaciones de los Indígenas en Alaska.
A las 9 de la mañana Hale Boggs y Nick Begich junto con el asistente Russell Brown y el experimentado piloto Don Jonz, embarcaron en Anchorage en la CESNA 310 que los trasladaría a Juneau. A los 12 minutos del despegue el piloto se comunicó con la torre de control y desde ese momento ya no se supo nada más. La CESNA debería de haber tomado tierra a las 12.30, sin embargo no lo hizo. Al principio no le extrañó a nadie, debido a que los retrasos eran normales en aquel área. No fue hasta que cayó la noche cuando los dieron por desaparecidos. Debido a la notoriedad de los pasajeros del avión se dió aviso al gobierno y a los medios de comunicación.
Aquella misma noche, a pesar del mal tiempo, un Hércules HC-130 de las Fuerzas Aéreas dotado con infrarrojos, salió en misión de rescate del aeroplano. También se envió una Unidad de Infantería para rastrear las tierras del Estrecho de Anchorage, ya que era justo en aquella zona donde se estableció la última comunicación de la CESNA. Al equipo de búsqueda se les sumaron barcos de los Guardacostas patrullando las frías aguas.
A la mañana siguiente se unieron a todo este contigente un avión espía secreto, el SR 71, que es capaz de fotografiar una moneda a 9000 metros de altitud. Durante 39 días se desplegó todo un ejército de recursos. Las más nuevas tecnologías, incluso las experimentales, se usaron en este gran dispositivo de busqueda con resultados negativos, ni rastro del aparato ni sus pasajeros.
EL CASO WARREN.
Aunque haya similitudes entre estos dos casos de desapariciones aéreas, éste último es probable que no sea ningún extraño suceso. Podría estar detras la mano del hombre. Como hemos dicho antes en esa aeronave viajaba Thomas Hale Boggs que por aquel entonces ya tenía un peso enorme en la política de EEUU. Como hemos dicho Hale Boggs era el líder de la Cámara de Representantes y , además, había protagonizado una serie de escándalos e investigaciones que hacían de él un hombre con mucha influencia en las decisiones gubernamentales, tanto por lo que conocía como, seguramente, por lo que callaba. Hale Boggs era tan importante que era vital asegurarse de que se habría producido su fallecimiento. El accidente ocurre el 16 de octubre del 72 y no se le declara oficialmente muerto hasta el 6 de enero del 73, tras cuatro meses de búsqueda.
Si indagamos en la importancia política que tuvo, pronto encontramos a un gran número de personas que afirman que habrían numerosos intereses contrarios a Hale Boggs y que antes de este suceso, ya había habido rumores de que querían quitárselo de en medio.
¿Fue eso lo que le ocurrió?. Con certeza es dificil saberlo, pero las voces contrarias o el recelo hacia su persona comenzaron cuando lo nombraron miembro de la comisión que estudió el «Caso Warren», que aunque parezca un título de película de terror hollywoodiense, nada tiene que ver con eso. El Caso Warren trata de la investigación llevada a cabo para esclarecer las causas y los culpables del magnicidio del Presidente Kennedy el 22 de Noviembre del 63.
Casualmente Hale Boggs era uno de los miembros de la comisión que promovía la idea de que a JFK no lo mató un sólo disparo, si no que fueron varios desde distintas posiciones. Aquella teoría incomodaba a otros miembros de la misma comisión. Tras el cierre El Caso Warren, Hale Boggs seguía defendiendo la idea de que toda la investigación estaba llena de incógnitas, y que detrás del magnidicio existía algo más que se estaba intentando ocultar.
Quién sabe si no fue la defensa de la idea del asesinato organizado de Kennedy lo que hizo que acabaran organizando uno para él, porque si volvemos a la historia de su desaparición, nos damos cuenta que es bastante extraño que su avioneta desapareciera sin dejar rastro y que, tras cuatro meses de búsqueda con todos los medios disponibles, no dieran resultado alguno. Esta idea la recoge un libro escrito en 1.979 dando por hecho que Hale Boggs no habría desaparecido, si no que lo habrían hecho desaparecer utilizando el halo de misterio que envuelve «El triángulo de Alaska» como cortina de humo.
TEORÍAS DEL TRIÁNGULO
Dejando a un lado las luces y sombras que envuelven la desaparición del avión de los dos políticos, es innumerable la cantidad de personas desaparecidas en la zona.
La conspiración explicaría el caso anterior, pero ¿Y todos los demás?.
En el año 2.005 desaparecieron veinte vecinos de la ciudad de Nome cerca del Estrecho de Bering. El caso fue investigado por el FBI y, aunque dieron con algunos cuerpos, nueve de ellos desaparecieron completamente. Evidentemente el FBI consideró que este suceso fue debido a que era habitual entre los lugareños la ingesta de alcohol en las frias noches de la región y se desorientaban y se perdían. Sin embargo tanto los medios locales como los residentes culpan al Triángulo de Alaska ya que en la actualidad siguen ocurriendos estas misteriosas desapariciones.
Entonces ¿Qué es lo que ocurre en el Triángulo de Alaska?. Realmente nadie lo sabe, aunque existen varias teorías que intentan explicar lo inexplicable.
Los nativos de la zona, los esquimales Inupak llevan hablando de las desapariciones desde hace siglos, para ellos en este denominado triángulo habita un demonio al que llaman Kushtaka, cuya forma es mitad humana y mitad nutria. Este ser puede cambiar de forma para poder atraer a todos los que se pierden y hacerlos desaparecer.
En octubre de 1.972 apareció publicado un artículo en la revista «Flying Magazine» escrito por el piloto Don Jonz en donde comenta que el culpable de los multiples accidentes aéreos de la zona la tiene la repentina aparición de hielo en los planos y alerones de los aviones. Y que había que conocer muy bien la complicada meteorologia del área además de ser un experimentado piloto para evitar tales formaciones de hielo. Nadie se esperaba que aquel artículo fuera a compartir página con la noticia de su propio accidente.
Tras el accidente de la CESNA 310 el piloto Mike O’Neill que llevaba la misma ruta que el avión desaparecido, declaró que para volar seguro por la zona había que hacerlo a más de 3.600 metros para evitar que las descargas de hielo desestabilicen el morro del avión haciéndole caer. Sin embargo ninguna de las dos declaraciones de los pilotos explican el por qué no se hayan los restos de los siniestros.
Algunos investigadores, como el criptozoólogo estadounidense Iván T. Anderson apunta que en aquella zona de Alaska existe un «Vórtice Energético» ya que, tras distintas mediciones, se encontraron anomalías electromagnéticas y remolinos que aparecían y desaparecían de la nada. Este fenómeno puede afectar al ser humano tanto física como mentalmente, ya que puede provocar alucinaciones, desorientación, confusión o un aumento de la capacidad psíquica del hombre. No está probado que ésta sea la causa, pero participantes en diversos equipos de rescate desplegados en la zona refieren que han escuchado numerosas voces que no parecían provenir de ningún punto en concreto. También afirman haber sentido sensaciones extrañas y haber escuchado un inquietante zumbido describiendolo «Como si de un enjambre de abejas se tratara».
Existe una explicación oficial para todo esto. La razón por la que Alaska concentra el mayor número de desaparecidos de EEUU es debido a «Su difícil geografía». En Alaska hay grandes extensiones de tierras alejadas de todo, tiene hasta 10 volcanes activos, animales salvajes, además sus glaciares no son compactos, si no que son huecos, lo que puede hacer que si cae un avión en él pueda ser completamente tragado.
¿Seguro que ésta vaga y ambigua explicación oficial puede es la verdadera razón de estas desapariciones?. Y, si realmente la temperatura, la fauna y el terreno son los culpables, ¿Cómo estas desapariciones ocurren siempre en la misma zona y no en otras en dónde su terreno es más peligroso si cabe?.
J.R. y S.V.








