EL PAPA NEGRO, ANTON LAVEY

En algunos de nuestros artículos hemos hecho referencia a la figura de Anton LaVey. Este personaje nos lo hemos encontrado durante la grabación de dos películas consideradas como malditas: En “La Profecía”, ya que se opuso a su rodaje por la trama que nos cuenta; Se dice que estuvo asesorando a Polansky mientras rodaba “La Semilla del Diablo” y se le relaciona con el single de los Eagles “Hotel California” Pero… ¿Quién era realmente Anton LaVey?

Anton Szandor LaVey nació el 11 de Abril de 1930 en Chicago, Illinois, hijos de emigrantes (su padre era ruso y su madre ucraniana) que llegaron a EEUU en 1893. Poco después su familia se trasladó a California. Fue allí donde LaVey, que sólo contaba con cinco años y ya leía con perfección, empezó a interesarse en la música, la metafísica y las ciencias ocultas. No era raro verle leer con avidez libros de terror y misterios

Dejó la escuela secundaria para unirse a un circo, autodidacta como era, pronto dejó de ser un mero trabajador para convertirse en domador de leones y músico tocando el organillo. A los dieciocho años dejó el circo y empezó a ser parte de los trabajadores de un festival permanente en donde, siendo ayudante del mago, se instruyó en hipnosis y siguió aprendiendo ocultismo.

LaVey se casó y se mudó a San Francisco en donde ingresó en la escuela de criminalística para después formar parte del Departamento de Policía trabajando como fotógrafo, aunque pronto empezó a usar su conocimiento ocultista para llegar a ser investigador psíquico de la policía (Aunque no hay datos oficiales de este hecho, en varias biografías si se menciona)

Compaginó su trabajo en la Policía, hasta que lo dejó hastiado, con el de pianista en algunos clubs nocturnos de San Francisco. Su fama como psíquico unido a que muchos de su público eran celebridades, hizo que comenzara a hacer los viernes por la noche reuniones esotéricas llamadas “EL Círculo Mágico”, en las cuales, enseñaba rituales de magia negra que él mismo había descubierto a través de su estudios sobre los textos de Aliester Crowley, libros relacionados con la Misa Negra, libros de la Golden Dawn inglesa del siglo XIX e, incluso, sobre ritos paganos que practicaban los templarios en Francia en el siglo XIII.

Cada viernes, sus reuniones tenían mayor número de miembros, les parecía que sus ideas eran muy novedosas al igual que su forma de ver el mundo por lo que un día, un miembro de esta reunión, le lanzó la idea de fundar una nueva religión en la que LaVey sería su líder. Y fue así como el 30 de Abril de 1966, fecha en la que se celebraba en Europa la noche de Walpurgis o Noche de Brujas, Anton LaVey se afeitó ritualmente la cabeza y declaró la fundación de la Iglesia de Satanás nombrando aquel año como el “Anno Satana”, el primer año de la era de Satanás.

A finales de los años 60 y principio de los 70 LaVey era toda una celebridad en Estados Unidos. Pasó a la fama tras oficiar la boda satánica al periodista John Raymond con Judith Case el 1 de Julio de 1967. A Partir de ahí, periódicos como los Angeles Times y el San Francisco Chronicle escribieron sobre el autollamado “Papa Negro” dándole más notoriedad tanto a él como a su Iglesia. Fue objeto de numerosos artículos en medios de todo el mundo y de espacio televisivos, en los cuales se le relacionaba con todo lo que tuviese que ver con el diablo. Esto hizo que sus libros se vendieran como la espuma, al igual que sus discos, aunque le fastidiaba el hecho de que hubiese más gente que escuchara sus canciones que las que leyera sus libros.

Anton LaVey falleció el 29 de Octubre de 1997 en el Hospital de Santa María, en San Francisco, a consecuencia de un edema pulmonar. Su funeral, celebrado en Colma, fue de carácter satánico y oficiado por su hija Karla, que tenía el título de gran sacerdotisa de su secta. Se hizo en secreto y sólo se podía acudir mediante invitación. Tras él, su cuerpo fue incinerado y sus cenizas repartidas entre sus herederos ya que, supuestamente, tenían un gran poder oculto y podían haber sido utilizados para rituales satánicos

En contra de lo que nos podamos imaginar, esta nueva religión no tenía nada que ver con el satanismo por mucho que practicara el ocultismo y la magia negra. Mientras que estuvo trabajando para la policía vio cómo era la maldad de las personas y la violencia humana y esto le produjo una depresión. A esto hay que sumarle el hecho de que veía la doble moral humana en sus actos ya que coincidía con algunas personas, y observaba su comportamiento, mientras él trabajaba en los clubs nocturnos y luego las volvía a ver en la Iglesia, donde él tocaba el órgano, con sus familias, confesándose y con cara de no haber roto un plato, por lo que llegó a la conclusión de que las religiones que existían habían sido rebasadas por la realidad y eran incapaces de adaptarse a los tiempos modernos. LaVey comentó alguna vez que “Todas las religiones que existen rinden culto al espíritu fustigando la carne. Si la carne es inseparable del espíritu y, además, el hombre vive obsesionado por el placer que ésta proporciona, ¿por qué no fundar una Iglesia en la que se rinda el culto al ser humano completo? A la vez que decía que “En el mundo sólo hay lugar para los poderosos y fuertes. Siendo así, ¿por qué el hombre no ha de aprovechar todas las fuerzas ocultas que posee para defenderse de sus dominadores y explotadores?”

Él había creado una especie de contra-religión para la cual escribió “La Biblia Satánica” en la que explicaba en qué consistía su Iglesia. Para ello se influenció, además de los textos mencionados anteriormente, de la ideología de la filósofa y escritora Ayn Rand, fundadora del objetivismo; De Friedrich Nietzsche, filósofo alemán creador del nihilismo; H.L. Mencken, periodista y crítico social norteamericano; del escritor Jack London, del que estudió sus escritos para elaborar muchos de los rituales y de John Dee, ocultista del que cogió las versiones satanizadas de “El libro de Enoch”

LaVey acusa, al cristianismo en particular y a todas las religiones en general, de ser una plaga ya que reprime y atemoriza a sus seguidores con la idea de un diablo con el que consigue que todos sus fieles se arrodillen ante sus postulados. Así que lo primero que hace es negar la figura de Satán tal y como la conocemos. Para él, es la representación de la inteligencia y la humanidad en la Tierra y, para llegar a ese concepto, se basa en la descripción original que hay en la Biblia sobre el Demonio, cuando Satán era un ángel de Dios que pensaba por sí mismo antes de rebelarse contra Dios, cuando su nombre era “Luzbel” (portador de luz) y no “Satán” (el adversario)

La Iglesia de Satán rechaza de base la dualidad entre el bien y el mal pero promueve valores como la indulgencia, el orgullo y la justicia. Reniega del cristianismo, y de todas las religiones conocidas, pero también lo hace de los grupos satánicos ya que para LaVey, “éstos satanistas serían tan “estúpidos” como los mismos cristianos, al jugar el mismo juego que ellos, sólo que del otro lado de la balanza”.

Con estas bases y, junto al conocimiento adquirido a través de los años, publicó “La Biblia de Satán” en 1969, sentando así los postulados de su Iglesia. En este libro introduce a Satán como un símbolo de materialismo que representa la inteligencia y los valores humanos, exalta la lujuria por encima del amor espiritual, declara que la violencia se debe resolver con violencia y afirma que el amor al prójimo es irreal. Ante todo esto escribe los nueve principios en los que basa su religión:

  1. Satán representa complacencia, en lugar de abstinencia.
  2. Satán representa la existencia vital, en lugar de sueños espirituales.
  3. Satán representa la sabiduría perfecta, en lugar del auto engaño hipócrita.
  4. Satán representa amabilidad hacia quienes la merecen, en lugar del amor malgastado en ingratos.
  5. Satán representa la venganza, en lugar de ofrecer la otra mejilla.
  6. Satán representa responsabilidad para el responsable, en lugar de vampiros psíquicos.
  7. Satán representa al hombre como otro animal, algunas veces mejor, otras veces peor que aquellos que caminan en cuatro patas, el cual, por causa de su “divino desarrollo intelectual”, se ha convertido en el animal más vicioso de todos.
  8. Satán representa todos los así llamados pecados, mientras lleven a la gratificación física, mental o emocional.
  9. Satán ha sido el mejor amigo que la iglesia siempre ha tenido, ya que la ha mantenido en el “negocio” todos estos años.

Quizás, visto de este modo, no entendamos muchas cosas por lo que vamos a poner parte de estos puntos explicados por el propio LaVey

-¿Qué es Dios? El concepto de Dios ha sido interpretado por el hombre de muy distintas formas a través de los tiempos. Se ha dicho que los satanistas no creemos en Dios. No es cierto. Simplemente lo acomodamos a nuestras creencias. Para nosotros, Dios es aquella fuerza que permite equilibrar el Universo.

-Sexo satánico: Grandes controversias han surgido en relación con el satánico punto de vista del “amor libre”. Se cree que la actividad sexual es el factor más importante de la religión satánica y que la principal premisa para ingresar en ella es el estar dispuesto a participar en orgías sexuales. Nada más lejos de la verdad. El satanismo no recomienda las orgias sexuales ni el adulterio, sino simplemente no reprimir los deseos sexuales.

-Amor y odio: Todas las religiones farisaicas recomiendan amar a nuestros enemigos consolándonos con aquello de que “Dios los castigará”. Uno no puede amar a todo el mundo. Es ridículo pensar así. El satanismo cree que debemos amar intensamente a aquellos que merecen nuestro afecto, pero jamás ofrecer la otra mejilla a nuestro enemigo.

-No todos los vampiros chupan sangre: El satanismo representa responsabilidad para los responsables. Los vampiros psíquicos, aquellos que roban a otros la energía para aprovecharla para sí, pueden encontrarse en todas las ramas de nuestra sociedad.

-La otra vida después de la muerte: El hombre es consciente de que morirá algún día. La muerte, en muchas religiones, se concibe como un despertar espiritual para el que uno debe prepararse durante toda la vida. Este concepto puede ser válido para aquellos que no han tenido satisfacciones en esta vida, pero para los que han gozado de todos los placeres que ésta ofrece, la muerte no es deseada sino temida, y será precisamente este gusto por la vida, lo que permitirá a una persona vivir después de que su envoltura carnal haya muerto.

-El Dios que puede salvarte está dentro de ti: Todas las religiones de tipo espiritual son invenciones del hombre. Él ha creado todo un sistema de dioses únicamente con su cerebro carnal. Y precisamente porque es egoísta, ha necesitado crear un ser espiritual llamado Dios para tener a quien responsabilizar de todo.

Podemos estar más o menos de acuerdo con sus ideas pero, lo que sí es cierto, es que El Papa Negro dio un nuevo significado al satanismo, alejado de lo que realmente siempre se ha considerado que es. Esto no deja de ser más que una forma de ver el mundo por medio de alguien que hizo del ocultismo su vida y estuvo muy bien relacionado durante su carrera. Una persona sin duda controvertida y que no dejó indiferente a todo aquel que lo conoció

J.R y S.V.

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